August 1, 2024 | Español
Fr. Stephen Van Lal Than

El Diácono Cristóbal Gutiérrez felicita a la Hermana María de Guadalupe de Jesús Crucificado en las puertas de la Comunión abiertas después de la Santa Misa que incluyó su profesión solemne el 4 de mayo de 2024. ​FOTO POR CORTESÍA DE LAS CLARISAS

‘Dirigida por Nuestra Señora’

La Hermana María de Guadalupe Velázquez pronuncia votos solemnes como monja clarisa

POR LAS MONJAS CLARISAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED, ESPECIAL PARA EL CATÓLICO DE KENTUCKY OCCIDENTAL

El 11 de agosto, la Iglesia celebra la fiesta de Santa Clara de Asís, hija espiritual de San Francisco y fundadora de una orden de monjas contemplativas de clausura. Casi 800 años después de que el Papa Inocencio IV aprobara la Regla de Santa Clara (la primera regla religiosa escrita por una mujer), su forma de vivir el Evangelio –marcada por la pobreza, la sencillez y una fuerte vida fraterna– sigue atrayendo seguidores. Entre ellas se encuentra una joven de la Diócesis de Owensboro que hizo su profesión solemne a principios de este verano en el Monasterio de Clarisas de Nuestra Señora de la Merced en Belleville, Illinois.

La Hermana María de Guadalupe de Jesús Crucificado (Norly Cristina Velázquez) y su numerosa familia se mudaron a Owensboro, Kentucky, cuando ella era adolescente. Participó en el grupo de jóvenes hispanos de la Parroquia Santos José y Pablo y se desempeñó como catequista. Después de graduarse de la escuela preparatoria del condado de Daviess en 2011 y trabajar durante un tiempo, comenzó a orar más intensamente sobre hacia dónde la estaba guiando Dios en la vida. Si bien admiraba a las Hermanas activas que servían en su parroquia, sentía una fuerte atracción por la vida contemplativa. Ella cuenta, “Mis siguientes preguntas fueron: ¿Existen todavía monjas así? ¿Dónde están? ¿Cómo puedo ponerme en contacto con ellas?”

La Hermana María de Guadalupe de Jesús Crucificado sosteniendo su cirio nupcial y luciendo el anillo y la corona de espinas que tradicionalmente se otorga a una Monja Clarisa después de pronunciar votos solemnes de obediencia, pobreza, castidad y clausura. FOTO POR CORTESÍA DE LAS CLARISAS

Una primera búsqueda en Internet no pareció llevar a ninguna parte. “Fue a principios de diciembre”, recordó la Hermana, “así que decidí hacer de esta mi intención especial para la novena a Nuestra Señora de Guadalupe”. Al regresar a Internet, ella descubrió un monasterio que no estaba muy lejos de su casa. “Llamé y hablé con una monja que se ofreció a enviarme algunos materiales. Abrí su paquete el 12 de diciembre y lo primero que hice fue ver el video vocacional que había dentro. ¡Fue la respuesta a mi novena! Cuando terminé de verlo, estaba llorando porque esto era exactamente lo que estaba buscando”.

Norly Cristina ingresó como postulante al Monasterio de Nuestra Señora de la Merced el 6 de marzo de 2015. El marzo siguiente, fue vestida con el santo hábito y recibió su nombre religioso: Hermana María de Guadalupe de Jesús Crucificado. Después de completar el noviciado de dos años, pronunció sus votos temporales el 8 de mayo de 2018.

El P. Albert Bremer felicita a la Hermana María de Guadalupe de Jesús Crucificado en las puertas de la Comunión abiertas después de la Santa Misa que incluyó su profesión solemne el 4 de mayo de 2024. FOTO POR CORTESÍA DE LAS CLARISAS

La formación espiritual de la Hermana María de Guadalupe como Clarisa continuó a lo largo de seis años de profesión temporal, y culminó con la entrega total de sí misma a Cristo y a su Iglesia a través de su profesión de votos solemnes perpetuos de obediencia, pobreza, castidad y clausura. Monseñor  Michael G. McGovern, Obispo de Belleville Illinois, fue el celebrante principal de la Misa que cerró la ceremonia de profesión bilingüe el 4 de mayo de 2024. A él se unieron en el altar otros siete sacerdotes, entre ellos el P. Albert Bremer III de la Diócesis de Owensboro quien era vicario parroquial de la Hermana María cuando ella ingresó al monasterio. El Diácono Cristóbal Gutiérrez, quien dirigió la pastoral juvenil en la parroquia de la Hermana, proclamó el Evangelio en español.

Como Monja Clarisa, la vida de la Hermana María está especialmente dedicada a la alabanza y adoración a Dios. Su vocación se cumple a través de su participación en la Liturgia de la Iglesia, el ofrecimiento y rezo de las siete horas del Oficio Divino completo y los momentos diarios de adoración eucarística. También ha servido a su comunidad como sacristana, panadera y ayudante de cocina. Como Esposa de Cristo y madre espiritual de las almas, todas las necesidades del mundo se mantienen cerca de su corazón en oración. Para obtener más información sobre el Monasterio de las Clarisas en Belleville, IL, para ver su video vocacional o descubrir cómo enviar intenciones de oración, pueden visitar su sitio web: https://poorclares-belleville.info/

En esta foto (tomada desde el lado de la Capilla de las Hermanas), la Hermana María de Guadalupe se postra ante el altar mientras se canta la Letanía de los Santos durante su profesión solemne el 4 de mayo de 2024. FOTO POR CORTESÍA DE LAS CLARISAS


Originalmente publicado en la edición de agosto de 2024 del Católico de Kentucky Occidental. 

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Editor |  Elizabeth Wong Barnstead
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